Receta de Crystal Sánchez
Desde hace algún tiempo he reducido mi consumo de leche, pues a veces me cae muy mal, sobre todo cuando cometo la «osadía» de tomarme un vaso entero. Así que un día me decidí no a eliminarla de mi vida, pero si a reducir notablemente la cantidad que ingiero.
Al principio compraba mi leche de almendras o de coco, pero cuando vi por la red lo fácil que es prepararla, me animé yo también. Hay muchas recetas con más o menos proporción de agua y almendras, algunas con vainilla, otras con pizca de sal, algunas endulzadas con azúcar, otras con edulcorantes, otras con miel y muchas más con una mezcla de almendras y otros granos.
Así que de tanto ver, decidí crear mi propia receta, la que me de la consistencia y el sabor que a mi me gusta: cremosa, de suave sabor y reconfortante; he estado probando las proporciones, quitando o poniendo ingredientes y anotando todo, así que hoy te comparto mi receta de leche de almendras, como me gusta a mi, y claro que está, esta receta puede ser una base para ti y quitar o poner ingredientes según tu gusto personal.
Las almendras son super nutritivas y beneficiosas para tu cuerpo, son ricas en potasio, selenio, zinc, fósforo, hierro y magnesio, vitamina A, E y B, además tienen un buen contenido de fibra y calcio, nos proveen también de ácidos grasos omega 6 y 9, ayudan a regular el colesterol y promueven una buena salud ósea. Son buenas para el corazón y fortalecen nuestro sistema inmune por ser alcalinizantes, ayudan a regular la presión arterial y nos dan energía con solo comer unas pocas.
Siempre que voy a preparar algo me gusta leer mucho y documentarme, nunca me quedo con lo que «alguien me cuenta», siempre voy, busco información de distintas fuentes, leo mucho, proceso todo y luego formo mi propia opinión al respecto, así que después de andar leyendo por aquí y por allá, creo que la leche de almendras hecha en casa es una mejor alternativa a la que venden en el super, porque no tiene aditivos, tu sabes como la preparaste y no lleva meses (o años) dentro de un envase, es un excelente alimento que te ayuda a estar saludable y es una excelente alternativa a la leche de vaca.
Yo siempre remojo las almendras durante toda la noche con agua purificada pues encontré que el remojo es principalmente para germinar la almendra lo que potencia sus nutrientes, elimina impurezas y activa las enzimas de la semilla, con el remojo se mejora su contenido nutricional y se hacen más digeribles.
La única desventaja de esta leche respecto a las de super, es que no dura más de tres días, usualmente yo preparo solo la mitad de la receta, para que no se me eche a perder.
Así que si quieres probar como yo con la leche de almendras te cuento como hacerla, es muy sencillo (más de lo que me imaginaba) y solo necesitas tu licuadora y un colador fino o una «manta de cielo» si deseas que te quede más ligera.
Ingredientes
Para 1 litro de leche
Para el remojo previo:
1.5 tazas de agua purificada para remojar
1 cucharadita de vinagre de manzana
1 taza de almendras
Para la leche:
5 tazas de agua purificada
1 cucharada de miel de abeja
Opcional: 1/2 cucharadita de extracto puro de vainilla
- No es necesario, pero le da un sabor delicioso, yo siempre la pongo
Colador fino o telita limpia y fina
Procedimiento
Un noche antes coloca las almendras en un tazón con la taza y media de agua y el vinagre y olvídate de ellas hasta el día siguiente.
Al siguiente día escurre las almendras y enjuágalas con agua nueva.
Pela las almendras con las manos limpias, como estuvieron en remojo la cascarita sale super fácil.
Coloca las almendras en la licuadora junto con las 5 tazas de agua, la miel de abeja y la cucharadita de vainilla.
- Yo le pongo la miel, porque aunque es muy poquita y no alcanza a endulzar la leche, si le da un saborcito muy rico, pero si no tienes miel no es necesario.
Licua a velocidad alta durante unos 5 minutos hasta que se integre todo muy bien.
Con ayuda de un colador fino o una tela limpia cuela la leche, exprimiendo para obtener la mayor cantidad de líquido posible, yo uso un pedacito de «manta de cielo» 🙂 pero al principio lo hacía con un colador muy fino. Si hay diferencia, pues con el colador pasa un poco más de pulpa y la leche queda arenosita.
Vacía a una jarra o frasco de vidrio y guarda en el refri, consúmela pronto. Yo nunca la he tenido más de 3 días.
¡Disfruta tu lechita de almendras superpoderosa!
¡Excelente inicio de semana, un beso!
CRYS
Hola Crys,excelente receta,probé una leche de almendras con un toque de canela,está se licúa junto con las almendras para darle ese toque?
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¡Hola Doris!
Si quieres que tu leche tenga sabor a canela, puedes licuar una raja de canela junto con las almendras o espolvorear un poco de canela molida al servir. ¡Gracias por leer! Besos
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