Receta de Crystal Sánchez
La semana pasada fue caótica, estuve muy ocupada y además me contracturé la espalda baja mientras entrenaba, así que tuve que guardar reposo, ir a terapia, etc.
Aún así preparé muchos brownies con la ayuda de mi mamá (poco más de 150), el domingo comenzó mi curso de fotografía, ¿les conté que me inscribí a un curso de fotografía? bueno, pues ahora ya lo saben, ¡estoy emocionada! aunque eso signifique sacrificar mis domingos y tener un poco menos de tiempo disponible, si, antes del curso ya tenía poco tiempo libre. Pero ni modo, así soy.
El lunes fui a un nuevo colegio a inscribir a mis hijos y ocupé toda la mañana, el martes tuvieron su último día de clases en el colegio anterior, al siguiente día de eso el más pequeño entro a su curso de verano, toda la semana tuve mucho trabajo en la oficina y ayer fui por la baja del colegio anterior y luego lleve los papeles al nuevo, que por cierto están uno del otro a unos 40 minutos, así que ya se imaginarán el trajín.
Y eso de cambiar a los niños de colegio, ya saben que lleva implícito mucho más: sacar fotografías, certificados médicos, reunir papeles, comprar libros, nuevos uniformes y más, así que ando al tope de actividades.
Además el jueves mi hijo pequeño invito a sus amiguitos a casa, y el sábado mi hijo mayor invitó al salón entero, ya saben, algo así como para despedirse; para eso preparé crudités de verduras, limonada de menta, pizza, salchichas al horno y pastel imposible, el menú por supuesto lo eligió mi hijo, que cuando escuchó que yo tenía planeado poner una ensalada, fue tajante y me dijo: ni la hagas, nadie se la va a comer…así que por una vez, desistí a mis deseos de balancear un poco su menú.
Por esa razón, no había podido compartirles nada, tres veces me senté a tratar de escribir una entrada y las tres algo urgente acontecía y tenía que dejar mi entrada a medio escribir, de hecho hoy me levanté temprano (son las 6:40 am), bueno en realidad no me he levantado, solo me desperté y me puse a escribir en cama, mientras todos duermen, porque sin no, no se que me deparé el día y quizá otra vez no pueda compartirles nada.
Eso si, la cocina no la abandono, que aunque esté ocupadísima y no les comparta nada, pueden estar seguros que en cualquier tiempito libre, voy corriendo a preparar alguna cosilla, que por muy sencilla que sea me ayuda a bien llevar las actividades cotidianas.
Este desayuno, snack o lo que ustedes quieran que sea, es precisamente para esos días en los que el tiempo nos come la vida y apenas podemos sentarnos a verla pasar frente a nuestros ojos sin que podamos hacer nada para detenerla.
Lo traía en mente desde hace varios días, primero iba a ser una avena selva negra, porque quería aprovechar la temporada de cerezas, pero mientras la preparaba, mi voz interior me dijo: ponle betabel, le va a ir muy bien, yo dude, porque luego a mi voz interior se le ocurre cada cosa, pero esta vez le hice caso, y en serio tenía razón, ¡combina de maravilla! solo que ya no puedo ser selva negra porque en el camino se convirtió en red velvet : )
Así que como esta entrada no podría llamarse: Postre saludable de avena sabor selva negra y red velvet con un toqué de almendras, decidí que sea solamente un red velvet pero más sano 🙂
La receta es ultra sencilla y puedes hacer el doble como hice yo y guardarlo en vasitos (te salen 4 ó 5 como los de la foto) para que lo tengas disponible en el refri cuando lo necesites, te aguanta sin problema unos 4 días refrigerado.
Ingredientes
1/2 taza de avena
1 taza de agua
1 taza de leche de almendras o tu leche favorita
1/2 taza de betabel crudo y rallado
2 cucharadas de cocoa en polvo de buena calidad
3 gotitas de stevia/2 cucharadas de azúcar mascabado/2 cucharadas de miel de agave o maple (solo elige uno, puedes ponerlo al gusto)
12 cerezas frescas sin hueso
1 cucharadita de extracto de almendra o vainilla
2 cucharadas de almendras fileteadas
2 cucharadas de coco rallado
3 cerezas enteras para decorar
Procedimiento
Si puedes, remoja la avena la noche anterior en agua purificada, esto ayuda a eliminar algunos residuos de fertilizantes o suciedad y a activarla para hacerla mas nutritiva y digerible. Si estás interesado en saber más acerca de remojar la avena, puedes buscar en San Google, hay una infinidad de información muy interesante.
Vierte la leche en una cacerolita a fuego bajo y añade el extracto que elegiste (yo puse ambos) el endulzante que usarás y la cocoa en polvo, disuelve bien.
Ahora, añade la avena y cocina a fuego bajo, durante unos 5 minutos.
A la mitad del tiempo de cocción, añade las cerezas y el betabél rallado.
Retira del fuego y deja enfriar o si lo deseas puedes comerla caliente.
Una vez fría, sirve en vasitos y ofrece o guarda en el refrigerador.
Para servir espolvorea almendras y coco rallado en la superficie de cada vasito y luego corona con una cereza entera.
Su delicioso sabor, te va a sorprender, te lo aseguro.
¡Desde ahora puedes tener listo un red velvet super sano en minutos!
¡Excelente inicio de semana!
CRYS