Receta de mi amiga Alondra Márquez
Tengo una amiga que siempre me cuenta que está haciendo de comer y me manda fotos, y siempre, siempre se me antoja lo que cocina. Ella es muy de improvisar en su cocina y todo le sale super bien ¡eso es lo que más me gusta de ella! que con lo que tiene a mano hace de comer, siempre rico y siempre fácil, así que soy su fan.
Esta salsa es la favorita de su marido (y ahora también del mío). Una vez nos contó (a mi y otras amigas) que no puede faltar en su casa y que es la receta de la familia de su marido y hay un ritual familiar en la forma de hacerla; así que cuando me lo contó, supe que si ella me lo permitía, tenía que ponerla en el blog.
La receta es muy sencillita, pero tiene sus secretillos para que quedé deliciosa y con el permiso de ella, te los voy a contar. Esta es una salsa ideal para tener siempre a la mano en casa, sirve igual para unas quesadillas o para unos huevos rancheros y es el acompañante perfecto en las comidas familiares, eso si, si la haces tal cual te pongo los ingredientes tienes que saber que queda «enchilosita» (así dice ella) entonces puedes variar la cantidad de chiles en función del nivel de picante que desees. A mi, me gusta tal cual, que pique, que sienta el cuerpo lo que recibe ; )
¡Vamos a prepararla!
Ingredientes
12 tomates verdes del chiquito o 5 grandes
12 chiles de arból
1 vaso de agua purificada
1 diente de ajo gordo (yo debo admitirlo, puse 3 porque amo el ajo)
Sal al gusto
Procedimiento
Hierve los tomates en el agua purificada
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PRIMER SECRETO: hierve muy poco, casi apaga cuando empiecen a hervir, no deben cambiar de color ni hacerse aguados.
Coloca en la licuadora los tomates, los chiles de árbol, una pizca de sal de mar y el ajo.
- SEGUNDO SECRETO: licúa sin agua.
¡Listo!
Queda enchilosa y deliciosa
Gracias por leer,
CRYS
Queda riquísima cristal, ayer la hice y me encantó.
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¡Gracias por tu comentario! es una de mis salsas favoritas
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