Por: Crystal Sánchez
Cuando era niña recuerdo mi abuelita Rebeca cuidar con esmero sus búlgaros, cambiarles la leche cada día y presumir con su familia lo bonitos que se habían puesto, la recuerdo ofreciéndome licuados y haciendo hincapié en lo beneficiosos que eran. Recuerdo bien su particular acidez y su aspecto muy parecido a una coliflor hecha pedazos.
Se dice que los nódulos de kéfir deben regalarse y es casi imposible no hacerlo, pues cuando los cuidas bien se reproducen tanto que luego uno no sabe que hacer con ellos, mi abuelita decía que entre más regalas más cantidad tendrás y créeme que es real, yo los apapacho y a veces hasta les hablo y se ponen bonitos y gordos y son tan aguantadores que cuando me olvido varios días de cambiarles la leche solo necesitan un poco de atención y otra vez vuelven a retomar su fuerza.
Hoy, se convirtieron en unos de mis alimentos favoritos, los que yo tengo los tengo desde hace unos 6 o 7 años y durante ese tiempo le he regalado a tantas personas que ya perdí la cuenta, hace unos 3 años hice un video en Facebook platicando sobre sus particularidades y sobre como cuidarlos, curiosamente es uno de mis vídeos más reproducidos, así que por eso decidí hacer esta entrada, aquí te contaré todo sobre ellos y te enseñaré paso a paso la forma de cuidarlos.